Nuestro paladar cree que un vino es mejor si su precio es alto
- La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Stanford y el Instituto Tecnológico de California, utilizó 20 voluntarios para llevarse a cabo.
- Se les ofrecían vinos de cinco precios diferentes, aunque en realidad era siempre el mismo y sólo cambiaba la etiqueta con el precio.
- Cuando bebían los supuestamente más caros, aumentaba la actividad en la zona del cerebro donde se percibe el agrado.
El simple hecho de que un producto alimenticio sea caro nos hace percibirlo como mejor. Ese es el resultado de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Stanford y el Instituto Tecnológico de California recogido por la web Yorokubu.
El estudio contó con 20 voluntarios, a los que se les ofreció cinco tipos diferentes de vino: uno de 5 dólares, otro de 10, otro de 35, otro de 45 y otro de 90 dólares por botella. Las botellas eran iguales, excepto por la etiqueta que llevaba cada uno, señalando el precio. Lo que no sabían los voluntarios es que, en realidad, en todos los casos se trataba del mismo vino.
Al tiempo que se realizaban las catgas, se analizaba lo que ocurría en el cerebro de los voluntarios. El resultado es que cada vez que probaban los vinos más caros, aumentaba la actividad en la corteza orbitofrontal media, la zona donde se percibe el agrado.
Para ratificar sus resultados, los investigadores buscaron voluntarios especializados: miembros del club vinícola de la Universidad de Stanford, con los mismos resultados.
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